martes, 8 de marzo de 2011

SER MUJER: EN NUESTRO DIA

Las 10 cosas que hacen las argentinas y que les complican la  vida. La mayoría busca la forma de revertirlas. 

Lo importante es que, ante situaciones o decisiones de las que se arrepienten o las angustian, las mujeres argentinas modelo 2011 no se resignan. Dos de cada diez afirman que lograron revertir los errores pasados y seis están abocadas a conseguir superarlos. De no aflojar se trata.

DIEZ COMPLICACIONES
1. Querer hacer más cosas de las que pueden (54%)
2. No pedir ayuda (39%)
3. No saber decir que no (37%)
4. No dedicarse tiempo a sí mismas (37%)
5. Intentar rescatar relaciones de pareja que no funcionan (30%)
6. Creerse invulnerables (30%)
7. Abandonar los estudios (29%)
8. Dejar de relacionarse con amigas por estar en pareja (25%)
9. Aceptar cosas por miedo a perder a la pareja (22%)
10. Tener sexo cuando no lo desean (20%)

viernes, 21 de mayo de 2010

SEXUALIDAD SISTEMICA®: UN ENFOQUE TOTALIZADOR DE LA SEXUALIDAD HUMANA

¿Qué es la Sexualidad Sistémica®?

La Sexualidad Sistemica® es una herramienta de orientación, que desde
un enfoque antropológico, amplia la mirada de la sexualidad individual
y de la pareja, partiendo desde un aspecto sinceramente íntimo y
emocionalmente integrado, que nos conduce a la manifestación de nuestra
plenitud y excelencia madurativa como individuos culturalmente sexuales.
Aquí cumplen un especial rol los sistemas humanos (comunidad, escuela,
familia, pareja) donde la interrelacionalidad de los miembros, factores y
componente humanos o no, se encuentran estrechamente implicados
entre sí y con el otro en las diferentes redes sistémicamente
coexistentes.

En consecuencia los susbsistemas mencionados operan integralmente,
y por lo tanto el abordaje educativo o terapéutico no debe ignorar a
ninguno de ellos. El objetivo es aumentar las posibilidades de eficacia
desde todas las áreas y sistemas humanos comprometidos y partícipes,
entrenando, orientando e instruyendo a las parejas y familias brindándoles
una formación e instrucción adulta (andragogía), a las escuelas y
adolescentes desde la pedagogía.

La sexualidad es un aspecto y un área primordial en el desarrollo integral
de los seres humanos, sobre todo cuando se ejerce con apertura, respeto
y libertad. Redefinida desde este marco teórico-conceptual la Sexualidad
Sistémica® no pretende ser un conjunto de ideas o fundamentos que
refieren a la sexualidad humana desde un lugar apartado o distante donde
solo las definiciones o significados conceptualizan el nivel intelectual de
una teoría.

¿Cómo se lleva a cabo en las personas? 

La construcción de la sexualidad conforme al modelo sistémico de
la sexualidad humana refiere a que nacemos con la potencialidad
hombre o mujer,  a la vez de reproducirnos, vincularnos afectivamente 
con los otros y sentir placer erótico. 
Las experiencias vividas facilitan que ese potencial
biológico interactúe con el medio o los llamados subsistemas
(la familia, la escuela, la religión, la sociedad) y genere en cada individuo 
significados y afectos, de simples a complejos, en todas las dimensiones 
de la sexualidad (biosociopsicocultural).
Estos significados y afectos van construyendo los elementos de la
sexualidad anteriormente mencionados: el género, los vínculos, el
erotismo y la reproductividad. Cada uno de estos elementos es 
complejo y tiene una expresión específica y a la vez, al relacionarse 
e integrarse entre sí, funcionan como un sistema.

¿Sirve para tratar algún tipo de bloqueo mental que influya
negativamente en la sexualidad humana?

Tomando retrospectivamente nuestros actos y remontándonos a la niñez,
todos ellos, los que hemos realizado u obviado sólo fueron meros
preparativos, ensayos, pruebas con aciertos y errores de estudio de
campo que nos piloteó cautelosamente hacia la “edificación” de nuestra
sexualidad y del primer acto sexual. El encuentro con el otro desde el
plano de la sexualidad sistémica trasluce la posibilidad de confiar o
abandonar en ese solo instante nuestra humanidad.
Este giro de la mirada de la sexualidad humana convida a llamar por su
nombre, lo más íntimo que tenemos. Ningún otro acto se halla más
en concordancia con el orden y la plenitud de la vida. Acto que nos
compromete a ser conscientes y sabios, grandes y humanos. Por tanto
no existe otro quehacer humano que nos aporte tan gozoso placer y
en consecuencia tan amoroso dolor. Exhibidos, desenmascarados,
vulnerables, desarmados hasta el punto que se deja develar ante el otro
nuestro órgano más profunda y afanosamente reservado, nuestro sexo.

¿Cómo se enseña el método?

Si bien el método no se enseña como una materia dentro de una carrera,
es una herramienta que se centra fundamentalmente en aprehender los
aspectos fenomenológicos de la experiencia vital, es decir se pone entre
paréntesis lo que se sabe acerca de lo que observamos, para que eso que
observamos aparezca en su novedad original. Se deja que el fenómeno
hable. Se pretende una actitud de observación-meditación, claramente
inquisitiva e inocente, que va directa al fenómeno evitando apriorismos
intelectuales sobre éste. Estar disponible ante lo que acontece para entrar
en resonancia con ello.

¿Cuáles son los beneficios de la sexualidad sistémica?

Desde el punto de vista de la Sexualidad Sistémica® la energía sexual y la
energía espiritual es la misma energía. De hecho, todos los fenómenos del
universo son la misma y única energía de la vida integrada e indivisible. 
En este sentido la energía sexual puede ser refinada. 
El deseo que acompaña a la actividad sexual puede ser educado 
y dirigido hacia un estado de felicidad y de gozo mayor que el que 
proporciona el contacto sexual, sin negar por ello el placer 
propiamente sexual. En cualquier caso, sexualidad
y espiritualidad no son dos conceptos antagónicos, sino perfectamente
compatibles. Todo depende de la actitud interior del individuo que
insertado en un cosmos mayor puede desplegar sus potencialidades en
pos de mejorar el sistema.
Para ello el objetivo de la Sexualidad Sistémica® es el de despertar la
conciencia, del sentido de responsabilidad y el manejar adecuadamente
esta gran fuerza que la naturaleza nos ha dado, que requiere integridad y
responsabilidad. El camino medio es siempre aconsejable. Nos debemos
alejar de las actitudes extremas del hedonismo y del ascetismo, del apego
o del rechazo con respecto al placer sexual.